Normalmente cuando definimos algo lo hacemos de tal manera que
pueda encajar en algún concepto que ya tenemos. Así,
si hablamos del existencialismo pensamos en una corriente filosófica
o si queremos hablar del islam o el cristianismo podemos entenderlos
dentro del término "religión".
La gnosis no puede ser encasillada en el término "religión"
o "filosofía" o "ciencia". Es una
doctrina síntesis que contiene los elementos esenciales
que permiten al ser humano lograr el gran objetivo de la autorrealización.
Frecuentemente se cita para definir la Gnosis los llamados 4
pilares del autoconocimiento: la ciencia, el arte, la filosofía
y la mística. Es interesante destacar que sin estos 4
elementos no podríamos definir la cultura. Sin embargo
en una visión profunda de estos temas vemos como se ha
adulterado el significado real de estos términos:
La CIENCIA ha degenerado en un conjunto de teorías que
se apoyan la una en la otra constituyendo un auténtico
castillo de naipes contra el cual soplan los fuertes vientos
de todo lo que no se ha podido explicar. A veces se aceptan
ciertos postulados como axiomas simplemente por considerarlos
evidentes y en ellos se apoyan estudios empíricos que
están viciados por la falta de evidencia anterior.
En este sentido la Gnosis pretende aplicar en forma metódica
estudios que cada persona pueda realizar sobre si mismo y que
conducen a una experimentación personal de sus afirmaciones.
La ciencia oficial, con sus protocolos, va necesariamente algunos
pasos atrás, no obstante lo cual, hoy comienzan a aceptarse
oficialmente verdades que antiguas culturas conocieron desde
siempre. No se entienda esto un ataque a la ciencia "oficial".
Si no se buscase la comprobación científica y
la experimentación externa muchos adelantos de la cultura
hubieran sido imposibles. Lo que recalcamos es que el método
científico gnóstico es más individual y
práctico. Es importante recalcar que para lograr este
tipo de experiencias científicas se necesita desarrollar
en nosotros sentidos y facultades adormecidas en la mayoría
de las personas. De la misma manera que es casi imposible para
un no vidente conocer lo que es el color, es muy difícil
para la mayoría de las personas conocer realidades que
para los gnósticos son corrientes, como lo es por ejemplo
el llamado plano astral.
El ARTE ha sido definido como el "obrar libre e inteligente
por oposición a las tendencias mecánicas y los
instintos naturales" Esta definición tomada del
diccionarios antiguos plantea el hecho artístico como
algo capaz de elevar al ser humano más allá de
la mecánica, de propios esquemas, de sus tabúes,
de sus conflictos. El arte regio cumple con estos preceptos
y es fácil imaginar la elevación espiritual que
produce escuchar cantos místicos hindúes, las
sinfonías de Behetoven, observar los monumentos y esculturas
mayas o contemplar mandalas budistas... o tal vez sumergirnos
en la atmósfera de la catedral de Notre Dame.
Las obras de arte regio abundan en diversas culturas del planeta.
Son en cambio muy diferentes las manifestaciones del arte moderno,
que muchas veces sumergen a quien procura apreciarlas en los
mismos esquemas, fobias y prejuicios del artista que las produce.
Naturalmente que estamos hablando de generalidades y en estos
conceptos existen excepciones
.
La FILOSOFÍA (literalmente: amor a la sabiduría)
se ha convertido en un tema para intelectuales en el que preconceptos,
dogmas y fantasías se entremezclan generando una vez
más teorías y teorías.
La gnosis pretende simplificar la filosofía llevándola
a un terreno práctico. Se trata de buscar la sabiduría
en el presente aplicando la "filosofía de la momentaneidad".
Más que "filosofar" tratamos de adquirir la
sabiduría que la vida nos da aquí y ahora. Esta
necesidad de vivir el presente ha sido planteada reiteradamente
por los grandes forjadores de la cultura humana, desde Pitágoras
hasta el Buda Gautama.
El mismo Buda afirmaba: "Si quieres conocer el pasado mira
el presente que es su resultado. Si quieres conocer el futuro,
mira el presente que es su causa"
Einstein afirmó alguna vez "la RELIGIÓN sin
la ciencia es ciega, la ciencia sin la religión es coja"
Pitágoras el gran matemático griego fundó
su comunidad científica, filosófica y religiosa.
Como ellos, los más grandes científicos de todas
las épocas comprendieron la íntima relación
existente entre la mística y la ciencia.
En cambio algunas religiones (sobre todo las occidentales) han
recurrido a los dogmas. El dogma es aquel llamado "artículo
de fe", aquello que tiene que ser aceptado sin ser sometido
a la experiencia.
La Gnosis establece una diferencia substancial entre el dogma
y la experiencia mística y apunta naturalmente hacia
esta última. Aún la palabra "fe" mantiene,
en algunos de sus usos, el sentido original de "experiencia
mística"; por ejemplo cuando uno "da fe"
de un hecho cualquiera, es porque lo conoce en forma directa
y experimental. La "fe" que plantea la gnosis es aquella
fundamentada en la experimentación y en la comprobación
lo que hace muy estrecho el límite que separa la ciencia
de la religión.
Como decíamos hablamos de un conocimiento esencialmente
práctico que no contiene teorías ni esquemas
complicados. No pretende generar prosélitos, ni nuevos
dogmas. No pretende convencer a nadie de ninguna de sus afirmaciones.
El mismo Maestro Samael Aun Weor repite con cierta insistencia
"quien no quiera creer ,pues que no crea... ¿qué
importa eso a la ciencia y qué a nosotros?" Estas
expresiones resultan especialmente importantes cuando en ocasiones
hemos visto a gnósticos inexpertos metidos en discusiones
intelectuales interminables. La gnosis no plantea como método
la discusión, sino la práctica de técnicas
que lleven al conocimiento de la verdad. Eso no quiere decir
que detrás de las afirmaciones de la gnosis no se expongan
argumentos, pero no pretendemos llevar las posibles discusiones
más allá de un amable intercambio de opiniones.
El
fundador de la moderna gnosis y quien develó las claves
del esoterismo es el V. M. Samael Aun Weor, quien de está
manera ha recibido el título de Avatara o mensajero
de la Era de Acuario. El término Avatar o Avatara no
es solamente un título honorífico, sino que
es relativo al que entrega las claves para la autorrealización.
Solía decir el Maestro "soy un recadero, traigo
un mensaje". Ese mensaje es la "Gnosis"
De sus palabras tomamos: "Soy pues, un Criado, o Sirviente
o Mensajero que estoy entregando un mensaje. Alguna vez decía
que soy el carguero de una carga cósmica, puesto que
estoy entregando el contenido, el contenido de una carga cósmica.
Así pues, mis caros lectores, la palabra Avatara no
debe conducirnos jamás al orgullo, puesto que solamente
significa eso y nada más que eso: Recadero o Criado
o Mensajero, un sirviente sencillamente que entrega un mensaje
y eso es todo"
Muchos maestros pueden reclamar el título de Avatara
y eso no es incorrecto, porque pueden haber muchos mensajes,
pero el mensaje del V. M. Samael es único en la medida
en que contiene las claves crísticas para la autorrealización.
Fundamentalmente nos referimos a las prácticas de transmutación
sexual (dentro del matrimonio) y a trabajos muy prácticos
para la disolución de nuestros perturbadores egos.
No
es un camino fácil. Debemos enfrentarnos a nosotros
mismos, nuestros peores miedos, nuestros apegos más
densos, nuestros tabúes más ocultos. Debemos
desintegrar a través de un trabajo consecuente nuestros
egos más "queridos". Empezar el camino es
sencillo, continuarlo es difícil. El esoterismo crístico
no es para cualquiera y sin embargo el Maestro Samael Aun
Weor tuvo la misión de entregarlo a todos, sin distinción.
La mayoría de los conocimientos gnósticos se
entregaron en otras épocas a una selecta elite de iniciados.
Hoy, en estos tiempos tan dramáticos que vive la humanidad,
aunque nos pueda parecer increíble, las grandes claves
de la autorrealización se entregan a cualquiera que
quiera recibirlas. Esto ocurre solamente por esta circunstancia
mencionada (los tiempos del kali yuga)
En otras épocas entregar los secretos del esoterismo
hubiera significado una gran profanación a la sabiduría
oculta, pero los tiempos han cambiado y hoy es casi un mandato
dar a conocer esto a todo el que quiera saberlo.
A su vez podemos afirmar que la gran mayoría de quienes
hemos recibido estas claves y técnicas tan sagradas
y tan secretas no somos merecedores de esa distinción
y es así que hoy en día las instituciones gnósticas
distan mucho de ser aquellas escuelas sagradas de iniciados
de los tiempos antiguos. Hoy los gnósticos no son iniciados
y los grupos, personas e instituciones cometen muchos errores
que no es el momento ahora de especificar.
El
Maestro Samael escribió cerca de 70 obras, dictó
cientos de conferencias, algunas de las cuales se encuentran
grabadas y dejo también enseñanzas orales a
algunos discípulos que las han retransmitido. En ocasiones
se generan polémicas en torno a cuáles de esas
enseñanzas deben ser la guía para el camino
de la auto-realización y como ocurre en otros muchos
ámbitos se generan opiniones diversas acerca de lo
que debería hacerse o aplicarse, se plantean diversos
enfoques y hasta se generan polémicas en torno a estos
temas. Este tipo de situaciones seguramente se dan porque
no se tiene en cuenta que cada persona o grupo tiene su tónica
particular, su forma de trabajo y hasta un camino propio,
que puede ser bastante diferente al de otra persona o grupo.
En
este sentido, como ya explicamos, el Maestro Samael da claves
para entrar por la "puerta angosta" siguiendo el
"estrecho camino" (al decir de Jesucristo), pero
explica una gama amplísima de vertientes culturales
para que cada uno siga el "ritmo de su particularidad".
Es decir, que cada quien haga su camino. Esto nos recuerda
a los versos inolvidables de Antonio Machado cuado decía
"caminante no hay camino, se hace camino al andar"
y más adelante "no hay camino sino estelas en
la mar". Esas estelas, se nos ocurre en este ejemplo,
son las mismas enseñanzas del V. M. Samael.
La
obra del V. M. Samael es la misma expresión de su misión:
entregar las claves para la regeneración humana en
la Era de Acuario. Su obra no pretende abarcarlo todo. Si
no, no podríamos, como lo hacemos, llamarla la "doctrina
síntesis" ya que por definición la síntesis
es un compendio o resumen o aquello que permite construir
un todo a partir de lo importante. La gnosis nos da las claves
para construir nuestra vida a partir de valores auténticos
que nos permiten conocer los misterios que encierra la misma
vida que son los mismos que envuelven a la muerte.
La
extrema sencillez con la que está planteada la gnosis
permite que cualquier persona, aún sin saber nada de
esoterismo pueda comenzar un trabajo serio sobre sí
misma. La Gnosis no es una doctrina para iniciados sino para
neófitos. Los autenticos iniciados, que realmente son
pocos, pueden encontrar las claves en cualquier grupo esotérico-religioso,
dentro del cristianismo esotérico, el budismo, el sufismo
o el hinduismo. Estas personas no necesitarían explicaciones
tan concretas y sintéticas y podrían trabajar
dentro de sus propias corrientes culturales. Aún así
estarían expuestas a los falsos maestros que podrían
extraviarlos.
Es bueno recalcar que si bien todas las grandes corrientes
religiosas conocieron siempre los arcanos de la gnosis (especialmente
el arcano AZF), sólo la Gnosis lo enseña públicamente
ya que estas doctrinas lo enseñan unicamente a grupos
muy seleccionados de adherentes.
Sin
duda el aspecto más relevante de la enseñanza
gnóstica es la develación de los misterios del
sexo, la práctica del Arcano AZF que se ocultó
durante milenios de aquellos no iniciados. La importancia
de esta técnica es tanto mayor cuanto vivimos hoy en
una cultura que ha perdido el respeto por el sexo y lo considera
un objeto de juego y hasta de deporte. Hoy el sexo vende,
impone, es objeto de polémicas; es el talón
de aquiles de presidentes, predicadores religiosos y hombre
de fortuna.
Se desconoce el sentido sagrado que muchos pueblos antiguos
daban al matrimonio, que es en casi todas las religiones un
sacramento.
La cultura occidental ha manifestado una gran desorientación
en relación a qué rumbo debe tomar la sexualidad,
qué debe aprenderse y qué debe enseñarse.
De lo poco que se conoce a ciencia cierta es que la llama
sexual arde en el ser humano como la llama olímpica
(que precisamente la simboliza) y a diferencia de los animales,
el hombre no está sometido a los ciclos de celo. La
paradoja es que aún así muchas veces se ha intentado
reducir la sexualidad humana a su naturaleza meramente animal.
La gnosis conoce que la energía sexual (la energía
del Tercer Logos) es la capaz de regenerar completamente al
ser humano. Así como la sexualidad es la fuerza capaz
de generar y de degenerar, también lo es de regenerar.
Podemos afirmar que todo trabajo interior con fines de regeneración
que no pase por el matrimonio perfecto y la sexualidad sagrada
está finalmente destinado al fracaso.
A
partir de la desaparición física del V. M. Samael
Aun Weor en el año 1977, el movimiento gnóstico
se fraccionó en grupos que han tomado las características
de sus continuadores.
Luego de un cuarto de siglo se pueden distinguir diversas
corrientes la mayoría de las cuales están lideradas
por discípulos directos o indirectos del V. M. Samael.
En ocasiones se han planteado vehementes disputas entre algunos
de estos grupos, lo que marca claramente la incomprensión
y la desorientación de estos protagonistas. En otras
ocasiones se ha pretendido tener la verdad absoluta acerca
de lo que es la gnosis y hasta se ha practicado una suerte
de excomunión a todos los que no piensan de acuerdo
con determinados esquemas.En este sitio hemos procurado obviar
los vínculos con dichos grupos por considerarlos inmaduros
para poder transmitir aquello que obviamente no han entendido.
Por último vale la pena mencionar las tremendas perjuicios
que han causado a la Gnosis personas con enfermedades mentales,
que han sido víctimas de su propia fantasía
mental y que han originado grandes confusiones entre principiantes
(y los que no lo son tanto). No debemos olvidar que al entrar
en la Gnosis se hace necesario apelar especialmente al equilibrio
y el sentido común y en ocasiones entramos en terrenos
espinosos en los que se hace necesario redoblar la vigilancia
sobre nosotros mismos para no caer en la mitomanía,
la paranoia y otras alteraciones de la personalidad y el comportamiento.
El camino interior debe recorrerse con intrepidez, inteligencia
y hasta astucia. Jesucristo afirmaba al respecto: sed mansos
como ovejas y astutos como serpientes"
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