Nos
estamos preparando, mis queridos hermanos gnósticos,
para crear una nueva civilización y una nueva cultura.
Sin embargo, antes que todo debemos darle forma al Ejército.
Sólo después de haber surgido la "Edad
de Oro", podremos fundar en el mundo, una nueva civilización
y una nueva cultura.
Los
Misioneros que trabajan para formar el Ejército, obviamente
se convertirán en los paladines de la "Edad de
Oro"... ¡Vean ustedes cuán grandiosa es
la labor de los Misioneros!. Esos hermanos abandonan todo
por el Cristo: abandonan su Patria, su familia, sus bienes
(todo), para formar el Ejército de Salvación
Mundial. Indubitablemente ellos, con su trabajo desinteresado,
con su trabajo fecundo y creador, podrán obviamente
cancelar sus deudas viejas para quedar limpios completamente
de Karma... Es por eso gloriosa la labor del Misionero: a
base de sacrificio, terrible muchas veces, laboran en la Gran
Obra del Padre. Los Misioneros Gnósticos están
llamados, pues, a crear la nueva civilización y la
nueva cultura; empero ellos deben empezar, primero, por la
formación de ese núcleo que necesitamos para
iniciar la Nueva Era.
Es
por eso que los Misioneros trabajan; ellos quieren formar
ese núcleo que servirá de raíz para la
sexta Raza del mañana. Los que quieran trabajar, son
seleccionados de hecho por aquél Círculo Consciente
de la Humanidad Solar, que opera sobre los Centros Superiores
del Ser (ese Círculo Inmortal vigila)...
No
hay duda que los Misioneros Gnósticos brillan entre
las tinieblas pavorosas de este mundo; ellos se destacan,
refulgen, parecen llamas, diferentes a toda esta humanidad
perversa... Es una gran oportunidad la que se da al Misionero
y el Misionero debe aprovecharla.
La
labor de los Misioneros debe ser ordenada; los Misioneros
que salen a formar el Ejército, no van como reformadores
de Lumisiales; todo Lumisial depende de un Director y éste,
en sí mismo y por sí mismo, debe responder ante
la Gran Ley por su trabajo. En modo alguno se autoriza jamás
a los Misioneros para ir a reformar lumisiales o para ir a
dividir grupos, o algo así por el estilo. El Director
de cada Lumisial, responda por su obra, más ningún
Misionero está autorizado para ir a reformarle el trabajo
a algún Director del Lumisial. Los misioneros no van
de reformadores de grupos, los Misioneros van a formar nuevos
grupos, que es diferente...
Estoy
hablando, pues, en forma clara, "poniendo sobre la mesa
las cartas", para que ustedes se hagan más conscientes
de la labor misional.
En
todo caso, la misión que tienen por delante ustedes,
mis queridos hermanos, es grandiosa, sublime: la formación
del Ejército, primero que todo, y más tarde
la creación de una nueva civilización y de una
nueva cultura.
Los
Misioneros deben trabajar asiduamente sobre si mismos, destruyendo
el Ego, reduciéndolo a polvareda cósmica.
En
los Himalayas existieron siempre anacoretas penitentes, viviendo
en cavernas solitarias; muchos de ellos ayunaban excesivamente,
se alimentaban con plantas silvestres, raíces, etc.
Esos anacoretas, bajo la dirección de sus Gurús,
practicaban "Pranayamas", Raja-Yoga, Hata-Yoga,
Gnana-Yoga, Bakty-Yoga, etc., etc., etc.; esos anacoretas
creyeron que sólo a base de "Pranayamas",
Yogas y ejercicios de toda clase, podían lograr la
liberación final. Algunos de ellos, a base de tanta
concentración, de tantos ayunos y mortificaciones,
lograron diverso estados del "Shamadí" (porque
uno es el simple "Shamadí", otro el "Nirvi-Kalpa-Shamadí"
y hubo casos de sujetos que lograron el "Maha-Shamadí",
querían la felicidad).
Durante
el estado "Shamádico", la Esencia se desembotella,
se escapa de entre el Ego, y se mueve entre el Gran Alaya
del Universo; pero, pasado el "Shamadí",
la Esencia vuelve al Ego. Desafortunadamente, aquéllos
anacoretas nunca se entregaron a disolver los "agregados
psíquicos" que en sí mismos constituyen
el Ego; sólo se preocuparon por sus Mantrams, "Bandras",
"Mudras", etc., creyendo que así lograrían
la liberación final... Quienes lograron el "Maha-Shamadí",
desencarnaron; entonces esas Esencias, desembotelladas, pudieron
vivir en los "Planetas del Cristo", mundos donde
existe una Naturaleza eterna que no está sometida a
los cambios ni a la muerte, como la Naturaleza de nuestro
mundo Tierra. Estos pudieron gozar de esa dicha cósmica,
más no pudieron establecerse como moradores de tales
mundos del Cristo, por el hecho mismo de no haber disuelto
el Ego...
Pasado
el éxtasis, aquella Esencia regresa al Ego; entonces
se entra en una nueva matriz. Así es que, hoy en día,
muchos de esos que pasaron como "santos" en el Tíbet,
y como liberados, son en estos tiempos personas vulgares,
comunes y corrientes.
En
modo alguno deseo que ustedes vayan a caer en ese error. Se
necesita llegar a la liberación final y no es posible
esto, en sí mismo, si no se aniquila el Ego.
Hay
que pasar por la "Aniquilación Buddhista",
hay que tomar muy en serio el trabajo sobre si mismos... Existen
por ahí ciertas "escuelitas" donde las gentes
quieren despertar el Kundalini con Mantrams. Obviamente, tales
gentes piensan que con "Mudras"y "Bandras",
"Pranayamas", etc., podrían despertar la
Kundalini. Ese es un modo muy incipiente de enfocar la cuestión
de la liberación, pues la Kundalini-Shakti no despierta
sino trabajando en la "Novena Esfera", en la "Forja
de los Cíclopes", en la "Fragua Encendida
de Vulcano". Más sucede siempre que algunos místicos-yoguines,
que consiguen que ciertos corpúsculos ígneos
de la Kundalini asciendan por "Sushumná",
es decir, por la Médula Espinal, logran ciertos éxtasis
y entonces ellos, entusiasmados en una forma errónea,
dicen: "Ya desperté la Kundalini"... He ahí
su error, porque la Kundalini no despierta si no mediante
la Magia Sexual. No existe otro sistema, no lo he conocido
en ninguna época de la Historia de la Humanidad. Conocí
a los Lemures y a los Atlantes, fui testigo del nacimiento
de esta Raza; conocí a los Hiperbóreos y a los
Polares, conocí Humanidades de otros "Mahanvantaras"
y nunca vi que alguien pudiera desarrollar la Serpiente Ignea
de nuestros mágicos poderes, con procedimientos ajenos
a la Magia Sexual. Así, pues, estoy hablando sobre
hechos claros, concretos y definitivos.
Ahora
bien, despertar la Kundalini no es todo. Los Mayas han dicho
sabiamente: "No solamente necesitamos despertar la Serpiente,
es necesario ser tragados pos la Serpiente" ... Despertar
la Serpiente es algo incipiente; ser "tragados por la
serpiente", es diferente. Nadie podría gozar de
los poderes de la Serpiente, si antes no ha sido "devorado
por la serpiente". Esto lo ignoran, precisamente, todos
aquéllos anacoretas-yoguines de los cuales hemos hablado
esta noche.
Para
ser "devorado por la Serpiente", se necesita indubitablemente,
no sólo haber creado los Cuerpos Existenciales Superiores
del Ser, sino además (y esto es lo más grave)
haber reducido el Ego animal a polvareda cósmica. En
modo alguno podría alguien lograr la unión con
Dios, si antes no ha sido "devorado por la Serpiente";
jamás podría uno ser "devorado por la Serpiente",
si previamente no ha disuelto el Ego animal.
Quien
disuelve el Ego, es "tragado por la Serpiente";
aquél que es "tragado por la Serpiente",
se convierte en Serpiente. Obviamente, todo aquél que
se convierte en Serpiente, es devorado por el Aguila (el Aguila
es el Logos). Así que, el Aguila altanera, tragándose
a la Serpiente, símbolo cumbre de nuestro Pabellón
Mexicano, representa, precisamente, ese fenómeno cósmico:
el instante en que el Logos, el Verbo, la Palabra, el Señor,
se traga a la Serpiente. Como consecuencia o corolario, la
resultante en verdad, viene a ser la "serpiente emplumada".
Quetzalcoatl,
el Cristo Mexicano, era una "Serpiente Emplumada",
o mejor dijéramos, ES una "Serpiente Emplumada"...
Así que, mis queridos hermanos, hay que despertar la
serpiente y hay que ser "tragados por la serpiente".
El poder flamígero de la Serpiente, elimina de sí
mismos los "elementos inhumanos" que en nuestro
interior cargamos.
El
Misionero tiene que eliminar de sí mismo, de su psiquis,
los "elementos indeseables", y lo logrará
suplicando a la Serpiente con humildad, rogándole que
mediante sus flamas ígneas, queme o desintegre cada
uno de sus "agregados psíquicos"; así
el Misionero marchará triunfalmente.
Se
hace indispensable que todos estudien mi obra titulada "La
Gran Rebelión" y también nuestro libro
"Psicología Revolucionaria". Necesitamos
estudiarlos, debemos estudiarlos...
En
el trabajo fecundo y creador, no olviden pues la muerte del
Ego. En modo alguno debemos caer nosotros en el error de aquéllos
anacoretas que he citado. Algunos de ellos parecían
Adeptos o Mahatmas, más hoy, como ya les dije y se
lo repito en este instante, son personas vulgares, comunes
y corrientes, aquí en el mundo occidental o en el oriental.
Quien
no destruye el Ego, fracasa en la Gran Obra del Padre. Que
entiendan, pues, los tres factores de la Revolución
de la Conciencia: morir, porque hay que destruir el Ego animal;
nacer, porque hay necesidad de que el Ser se revista con los
Cuerpos Existenciales Superiores del Ser; hay que crear los
vehículos para que se verifique en nosotros el "Nacimiento
Segundo". El "Nacimiento Segundo" es del Agua
y del Espíritu, del Agua y del Fuego; por eso dijo
Jesús a Nicodemus: "Es necesario nacer de nuevo
para entrar en el Reino de los Cielos"... El Hombre-Espiritu,
el Hombre Real debe nacer en nosotros y esto es posible mediante
la transmutación sexual... sacrificio por la humanidad
es llevar la palabra a todas partes, formar grupos, crear
el Ejército de Salvación Mundial. He ahí
los tres factores de la Revolución de la Conciencia:
morir, nacer y sacrificio por la humanidad...
Debemos
subir al Ara del supremo sacrificio por todos los seres humanos,
debemos estar dispuestos a dar hasta la última gota
de sangre por nuestros semejantes. Así, mis queridos
hermanos, es como debemos proceder.
V.M. Samael
Aun Weor
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