Llevamos
una vida mecanicista, tenemos hábitos que repetimos
incesantemente; nuestros hábitos son los mismos de
siempre, no los cambiamos: nos levantamos a tal hora, comemos
determinados alimentos, nos acostamos a otra hora; el carril
del trabajo es el mismo, decimos lo mismo que siempre, es
decir, somos entes totalmente mecánicos, no tenemos
conciencia de nosotros mismos.
¿Quienes
somos, de dónde venimos, para dónde vamos, cuál
es el objeto de nuestra existencia, por qué existimos,
para qué existimos? Nada sabe el pobre animal mecánico
sobre estas cosas y eso es doloroso. Obviamente, toda esta
mecanicidad es lunar en un ciento por ciento...
Ya
ven ustedes la fuerza que tiene la Luna: ella produce las
altas y las bajas mareas; la Luna hace que, en creciente,
la savia de los vegetales ascienda hasta la parte superior
del árbol; en menguante, la savia tiende hacia las
raíces. La Luna, ya sea que esté nueva, o en
creciente, o llena, o en menguante, influye sobre nosotros
en forma definitiva: Si se cortan las maderas en menguante,
tienen un resultado; en creciente, otro resultado. Los antiguos
sembraban en menguante, porque sí sabían que
de ese modo, podía la madera ser mejor, los frutos
mejor, etc. En creciente, todo tiende a crecer, a subir, a
ascender.
Así,
mis queridos hermanos, la mecanicidad lunar está completamente
demostrada; la Luna es como una pesa que hace mover toda la
mecánica de la Naturaleza.
Nosotros
cargamos esa Luna en nuestro interior, somos lunares, criaturas
mecánicas, y obviamente, influye ésta en forma
decidida sobre nuestra psiquis.
Ha
llegado la hora de ir comprendiendo todas estas cosas...
No
hay duda de que la Tierra, la Luna, el Sol, la Galaxia en
que vivimos, están también dentro de nosotros
(desde el punto de vista psicológico). Incuestionablemente,
el Sol está más elevado que la Luna en la escala
de los mundos, y la Galaxia en que vivimos, 0indubitablemente
está más elevada que el Sol, que la Luna, que
la Tierra; eso es obvio...
Pero repito: así como existe un Universo físico,
visible y tangible, un Universo material, radiante, que todo
el mundo puede ver, así también, es cierto y
de toda verdad que existe un Universo Psicológico dentro
de nosotros; esto quiere decir que dentro de nosotros debemos
crear, en forma similar, nuestro universo psicológico.
Si
queremos libertarnos de la influencia mecánica de la
Luna, habremos de empezar por crear en nuestro interior una
Luna de tipo psicológico. Si nosotros creamos en nuestro
interior una Luna psicológica, nos libertaremos de
la influencia mecánica de la Luna, de esa influencia
mecánica fatal que cargamos en nuestro interior.
Tenemos
un centro mecánico y éste está bajo la
radiación mecánica de la Luna que vive en nosotros.
Hay necesidad de crear una Luna Psicológica Consciente;
quiero decir con esto que debemos crear un centro de gravedad
consciente, en vez de un centro de gravedad mecánico.
Si
creamos intencionalmente una Luna de tipo psicológico,
obviamente creamos, de hecho, un centro de gravedad consciente.
Esta Luna psicológica desplazaría a la Luna
mecánica que en nuestro interior cargamos y dejaríamos,
por tal motivo, de ser nosotros entes mecánicos, unos
muñecos que otros mueven...
Ahondando
en esta cuestión, diremos; para poder crear un centro
de gravedad consciente, se necesita de una tercera fuerza
y esa tercera fuerza no es otra que el trabajo gnóstico
esotérico, crístico. Mediante esa tercera fuerza
fabricamos, creamos el centro de gravedad consciente.
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