Cuando uno se auto-observa a sí mismo juiciosamente,
descubre que se encuentra dormido; que su Conciencia, que es
en realidad de verdad el segundo aspecto más importante,
después del Ser, está enfrascada en múltiples
"elementos psíquicos indeseables", se encuentra
hipnotizada.
Evidenciar
eso, es darse cuenta de que se está dormido. ¿Cómo
podría uno darse cuenta, de eso de que está
dormido, si no se auto-observa profundamente? Es necesaria
la auto-observación; sólo así puede uno
darse cuenta de que está dormido.
Cuando
uno puede verificar por sí mismo el hecho concreto
de que está dormido, intenta entonces juiciosamente
despertar. La Conciencia -el Chitta- sí, debe despertar
antes de poder gozar de "Ananda", la suprema felicidad
del Ser.
Pero
esto exige vigilancia extrema. Obviamente, si uno se olvida
de sí mismo frente a una copa de vino, termina borracho;
si uno se olvida de sí mismo frente a una persona del
sexo opuesto, termina fornicando o adulterando, cometiendo
crímenes contra el Espíritu Santo. Si uno se
olvida de sí mismo frente a un insultador, termina
insultando. Cuando uno se olvida de sí mismo, comete
muy graves errores.
Es
indubitable que siempre vivimos identificándonos con
cosas y hechos inútiles; nos identificamos con tonterías:
tal vez porque se nos perdió un botón, o tal
vez porque perdimos el reloj; posiblemente cuando nos echaron
una insultada, cuando nos dijeron una palabra dura, o bebimos
vino cuando no debimos tomar, o fumamos cuando no deberíamos
fumar. Nos angustiamos por cualquier tontería: porque
posiblemente olvidamos pegarle la estampilla al sobre que
pusimos en el correo y eso nos trae gran preocupación,
o no recibimos el dinero que necesitábamos recibir
para pagar la renta y vino el dueño de la casa y nos
hizo un reclamo un poco fuerte, o porque comimos y posiblemente
se nos indigestó la comida.
En
fin, son tantos y tan nimios los detalles que nos mantienen
en sueño constante, que andamos siempre olvidados de
sí mismos, identificados con múltiples tonterías:
con lo que dijo la vecina, con lo que dijo el hermanito gnóstico,
con lo que dijo la hermanita, con lo que sutano afirmó,
con lo que perencejo dijo que menganejo había dicho.
Vivimos identificados con todas esas nimiedades, no edificantes
ni tampoco dignificantes, y no contentos con eso, nos llenamos
de emociones negativas y la Conciencia se sumerge en el sueño
más espantoso. Así es como todas las gentes
están en "estado de coma".
Si
nos dejamos succionar la energía psíquica, ¿a
qué nos pareceríamos? Yo digo que tal vez a
un "colador", de esos que sirven para filtrar los
"licuados". Por ahí se escapa la energía
y el pobre "colador" queda vacío. El medio
ambiente succiona nuestras propias energías y no las
acumulamos, y aunque trabajemos -en esas condiciones en la
"fragua encendida de Vulcano", es obvio que no logramos,
en esa forma y de ese modo, crear el segundo Cuerpo ni mucho
menos el tercero o el cuarto.
Para
poder crear el segundo Cuerpo, se necesita aprender a sellarnos
herméticamente, mágicamente. ¿Qué
se entiende por el "Sello Hermético"? No
permitir que nos succionen la energía, no olvidarnos
de sí mismos jamás, nunca, en ningún
segundo, en ningún minuto.
Al
no identificarnos con las nimiedades, con las tonterías
de este mundo, es obvio que no pueden extraernos nuestra energía
vital y esta se acumula en el interior, y como resultado surge
el segundo cuerpo: el Astral. Pero si todo el Mercurio de
la filosofía secreta permitimos que nos lo extraigan
las gentes que viven en este mundo tridimensional de Euclides,
entonces ¿con qué elemento vamos a fabricar
o cristalizar el segundo cuerpo o tercero, o el cuarto?
En
otra época dije que los cuerpos se fabricaban automáticamente,
con solo transmutar el Exiohehali, el Mercurio de los Sabios,
es decir, el Esperma Sagrado. Es que se me había olvidado
que estos terrícolas no poseen esos Cuerpos Existenciales
Superiores del Ser. Resulta que como nací con tales
cuerpos, había olvidado el detalle. Reflexionando un
poco, vine a evidenciar que mientras los terrícolas
se dejen extraer el Mercurio, ¿con qué elaborarían
los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser?
¿Qué
se entiende por "Mercurio"? La energía sexual.
Se la dejan extraer, eso es obvio, y cada vez que se identifican
con una carrera de caballos, se dejan extraer el Mercurio,
y cada vez que ustedes se identifican con el juego de la lotería,
se dejan extraer el Mercurio, y cada vez que ustedes se identifican
con un insultador, se dejan extraer el Mercurio, y cada vez
que ustedes se identifican con un payaso, se dejan extraer
el Mercurio, etc., etc., etc.
Hay
necesidad de crear el Sello Hermético, hay que crear
un poder mágico, como elemento que nos permita no dejarnos
extraer el Mercurio. Es posible crear tal poder mágico,
si en realidad de verdad, hermanos, no nos identificamos con
todas esas nimiedades que nos succionan la energía.
Es
mucho lo que podríamos decir sobre la íntima
recordación de sí mismos. No resulta difícil
entender que en las condiciones en que estamos, cualquiera
juega con nosotros, hacemos lo que los demás quieren
que hagamos y eso es grave.
¿Vamos
o no a tener una individualidad propia, o vamos a seguir así
como estamos? ¿No les parece a ustedes lamentable que
otros jueguen con nosotros? De pronto están ustedes
tranquilos en su estudio, y alguien los llama por teléfono,
los insultan y ustedes se disgustan. Eso no estaba en el programa,
pero ustedes se disgustan. ¿Por qué? ¿Porque
otro los llama por teléfono y dice lo que le viene
en gana? Entonces, ¿dónde está la capacidad
de defensa? ¡Están indefensos completamente!
Cada
vez que uno se identifica con las tonterías de la humanidad,
la Conciencia queda dormida, queda uno convertido en un autómata.
Uno debe, todas las mañanas, sellarse herméticamente:
no hago sino lo que tengo que hacer, no lo que los demás
quieren que haga; no me voy a identificar con nada en la vida,
porque cuando uno se identifica con algo, resulta siendo un
autómata. Si se identifica uno con su propia mente,
con sus propios pensamientos morbosos, termina adulterando,
fornicando; si se identifica uno -desgraciadamente- con sus
emociones negativas, termina perdiendo energía creadora
por toneladas; si se identifica uno con las palabras, como
las palabras groseras de un insultador, termina insultando
también.
Debemos sellarnos, repito, cada mañana, y el sello
debe ser total: no identificarse con nada, no olvidarse de
su Ser nunca jamás, nunca jamás, nunca jamás,
porque el Ser es lo que cuenta, es lo fundamental.
Así,
cambiando nuestra conducta, sellados herméticamente,
podemos trabajar en la "forja de los Cíclopes"
y al no perder Energía Creadora, obviamente, se desenvolverán
en forma ordenada, uno tras otro, los Siete Radicales.
Necesitamos
de los Siete Radicales, necesitamos del poder flamígero,
si es que queremos desintegrar lo que debe desintegrarse y
crear lo que debe crearse. Hay mucho en nosotros que debe
ser aniquilado, mucho lo que debemos crear dentro de sí
mismos: aniquilar el Ego, que desgraciadamente se procesa
en los siete niveles del Ser, lo cual es tan difícil
de hacer; muy raro, espantosamente raro es conseguir a alguien
que haya logrado la aniquilación budista y crear el
segundo cuerpo. Para crearlo no se debe perder el Mercurio,
y se pierde cuando uno se identifica con algo, cuando se olvida
de sí mismo; pero si uno no se olvida de sí
mismo, se acumula el Mercurio y se convierte en el segundo
cuerpo. Y si siempre está uno sellado herméticamente,
más tarde surge el tercer cuerpo, posteriormente el
cuarto, y al tener ya los cuatro cuerpos: Físico, Astral,
Mental y Causal, recibe sus Principios Anímicos y Espirituales.
Perfeccionar
tales vehículos, es espantosamente difícil:
se requiere no olvidarse de sí mismo jamás,
se requiere estar en acecho místico a cada instante
y a cada momento, no identificarse con ningún pensamiento
negativo, con ninguna emoción negativa, con lo que
dijo fulano, con lo que zutano afirmó, con las tonterías
del mundo físico y sellarse herméticamente.
Si así procedemos, lograríamos convertir los
Cuerpos Existenciales Superiores del Ser en vehículos
de oro puro.
Tomado
de la conferencia "Los siete radicales del fuego y el
sello hermético"
|